Antes de ponernos el delantal queremos daros la bienvenida a esta nueva experiencia, nuestro propio blog de cocina.
Es de recibo que os expliquemos cuál es el fin que perseguimos con él, mejor dicho cuáles son los fines.
En primer lugar, y por eso lo hacemos en un blog, es compartir con vosotros una de nuestras aficiones, la cocina.
En nuestra casa a la hora de cocinar y preparar la comida son habituales frases como “-¿Cómo se hacia tal plato?; -No me acuerdo dónde encontré la receta; -Esto está buenísimo, hay que hacerlo cuando venga alguien a comer; -Es viernes y la nevera está casi vacía ¿qué hacemos de cenar”. Seguro que a muchos de vosotros os pasa también.
Pues por esto, y siguiendo los pasos de nuestro “maestro” bloguero (no se di se dice así, todavía somos un poco novatos en este mundo), queremos dejar por escrito y no olvidar aquellas recetas que cocinamos en casa que nos gustan, nos sorprenden…, ya sea por su espectacular sabor, por su sencillez, por lo socorridas que son…
En casa somos 2, y cocinamos los 2, por lo que muchas recetas que iréis viendo serán para eso, para 2. En otras ocasiones, debido al tiempo (¿libre?) que tenemos para dedicarnos a cocinar, principalmente a diario cuando el trabajo nos ocupa la mayoría de este tiempo, encontraréis recetas que podréis degustar al día siguiente (o, no nos engañemos, también para congelar y sacarnos de un futuro apuro).
Pero bueno, esto es sólo una bienvenida y no queremos alargarnos más de la cuenta, ni adelantaros más información de la debida, que queremos dejaros un poco intrigados, aunque sea un blog de cocina más (¿seguro?, quizás haya alguna que otra sorpresa).
Para acabar, queremos dar las gracias a quien nos ha animado y con su experiencia ha hecho posible que este proyecto se ponga en marcha y se haga realidad (él ya sabe quien es); a los que nos habéis enseñado (casi sin saberlo) a cocinar, a comer rico y sano, y a no conformarnos con cualquier plato; y a los que nos habéis aportado recetas (y, aunque todavía no lo saben, a los que nos aportarán más).
Y después de esta “parrafada”, lo dicho, nos ponemos el delantal.
Que aproveche.
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