sábado, 21 de abril de 2012

Cómo hacer masa de pizza casera


Masa de pizza casera

Redoble de tambor, brrrrrrrrrrrr… por fin la receta más deseada de todos aquellos que la han probado y la más esperada por los que han oído hablar de ella: masa de pizza casera.
Está basada en la masa de pizza tradicional: fina y ligeramente crujiente, como nos gusta en casa.


Ingredientes
Los ingredientes que os damos es para un pizza de 30 cm de diámetro.
100 ml de agua mineral del tiempo
150 grs de harina de fuerza (o normal si no disponemos de ésta)
½ cucharadita de sal
½ sobre de levadura de panadería
1 cucharada de aceite de oliva
Semolina (opcional)

Empezamos
Preparamos la masa
En un bol echamos la harina, la sal y la levadura. Lo mezclamos con un tenedor.
Añadimos el agua poco a poco y mezclamos, hasta que veamos que la masa se vaya despegando de las paredes del recipiente y se pueda manejar con las manos.
Ponemos la masa sobre la encimera de la cocina ligeramente enharinada y amasamos entre 5 y 10 minutos. Durante el amasado iremos añadiendo el aceite poco a poco.
Notaremos que cuando añadimos el aceite veremos que la masa parece que se rompe. No pasa nada, seguimos amasando enérgicamente.
De la misma manera, si mientras estamos amasando se nos pega la masa en las manos o la encimera lo vamos corrigiendo añadiendo un poco de harina. Siempre muy poco a poco para no pasarnos.
Una vez preparada la masa la hacemos una bola y la ponemos en un bol con la base y las paredes enharinadas o untadas con aceite y lo tapamos con un trapo ligeramente humedecido.


Dejamos reposar la masa
Dejamos reposar la masa a temperatura ambiente durante 2 horas, hasta que veamos que aproximadamente ha doblado su volumen.
Si queremos una masa más rica y digestiva la dejamos reposar durante 24 horas en la nevera.

Preparamos la base de la pizza
Enharinamos un poco la encimera y ponemos la masa. La aplastamos con el puño o los nudillos para sacar el exceso de gas que haya cogido durante la fermentación. Aprovechamos para ir dándole cierta forma redondeada.
Con la yema de los dedos vamos estirando la masa desde el centro hasta el borde, para acabar de darle la forma redonda. De vez en cuando la damos la vuelta y la seguimos trabajado por el otro lado.
Para acabar con ayuda de un rodillo, y sin presionar demasiado, la alisamos hasta que quede con unos 3 mm de grosor.

Cocinamos la pizza
Las pizzas tradicionales se cocinan en hornos de leña que alcanzan temperaturas muy superiores a las que podemos conseguir en un horno doméstico, por eso tenemos que precalentar el horno a su máxima temperatura.
Cortamos un trozo de papel vegetal y lo colocamos encima de la bandeja del horno.
Untamos la base de la pizza con tomate (ojo, no mucho) y la introducimos en el horno a potencia máxima durante 3 ó 4 minutos, hasta que veamos que ha empezado a coger firmeza.

Sacamos la masa, la ponemos encima de la rejilla del horno y añadimos la mozzarella y el resto de los ingredientes.

Volvemos a introducir la pizza en lo horno durante hasta que veamos que los bordes están dorados, unos 10 minutos.

Lista para comer

Consejos
En el caso de que queráis hacer más masa solo tenéis que aumentar las cantidades de los ingredientes manteniendo las proporciones.
En vez de en la bandeja del horno tradicional podéis utilizar otras especiales para pizza que son agujereadas, de manera que no tendremos que utilizar las dos bandejas del horno.
Si queremos que la masa nos quede más crujiente debemos añadir un poco de semolina cuando la estemos amasando.
Unas rodajas de tomate natural sobre la mozzarella le da más gusto y nos quedara mas jugosa. Pero ojo, para no aguar la pizza, debemos secar la rodajas previamente colocándolas un rato sobre papel de cocina.
Por último, si quieres disfrutar de la masa no la sobrecargues con la mozzarella, el tomate y los ingredientes. Todo tiene su justa medida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Prometo hacerla en breve!!!!!!! La q llevo tanto tiempo esperandola jeje