Parmigiana o Berenjenas a la parmesana

Parmigiana o Berenjenas a la parmesana

Volvemos a la cocina con un plato típico italiano parmigiana. Consiste en una especie de lasaña vegetal a base de berenjena.

Por lo que hemos podido conocer de este plato típico del sur de Italia existen algunas variantes en función de la zona donde se cocine, aunque como ingredientes principales tiene berenjena, salsa de tomate, queso y albahaca.

Una de las principales variaciones que puede tener este plato es la forma de cocinar la berenjena, ya que puede ser rebozada, frita, a la plancha o al horno.

Nosotros en esta ocasión hicimos dos moldes individuales, uno con berenjena rebozada y otro con berenjena a la plancha, y está rica de todas formas. Evidentemente a la plancha es menos calórica.

No obstante, si la hacemos con la berenjena rebozada tememos la ventaja de poder consumirla posteriormente, cuando ya esté templada o del tiempo, pues el rebozado ayuda a mantener la consistencia del plato.

También se conoce este plato como Melanzane alla parmigiana.

Necesitamos para 2 personas

1 berenjena

Salsa de tomate casera

Queso parmesano rallado

1 bola de mozzarella fresca

Albahaca

Aceite, ajo y sal

Harina y huevo para rebozar

Empezamos

1º Preparamos la berenjena

Lavamos la berenjena y la cortamos las puntas. La cortamos en rodajas de medio centímetro de grosor. En función del recipiente donde las vayamos a meter al horno podemos cortarla longitudinalmente o en rodajas. Podéis utilizar una fuente apta par el horno o bien moldes individuales. Además, si queréis, podéis pelar la berenjena.

Ahora vamos a blanquearlas para que queden blancas y pierdan un poco el amargor. Para ello echamos agua, una pizca de sal y un poco de harina (una o dos cucharadas colamadas) en un bol. Batimos bien para disolver la harina e introducimos la berenjena. Dejamos en este preparado unos 30 minutos.

Este proceso también se conoce como blanqueta.

Pasado este tiempo, escurrimos muy bien la berenjena y secamos con papel de cocina.

La rebozamos pasándola por harina y huevo y la freímos en aceite bien caliente. Es importante que el aceite esté muy caliente porque si no la berenjena se nos empapará.

Sacamos y dejamos que escurra en papel de cocina. Reservamos.

2º Elaboramos la salsa

En una sartén echamos una cucharada de aceite. Cuando esté caliente añadimos un par de dientes de ajo golpeados. Cuando se empiecen a dorar los ajos añadimos la salsa de tomate, casera si es posible, y un par de hojas de albahaca fresca.

Dejamos que la salsa de tomate se aromatice a fuego bajos durante unos 10 minutos.

3º Montamos el plato

Rallar el queso parmesano y cortar en lonchas finas las mozarella. Cortar unas hojas de albahaca fresca en trocitos pequeños.

Untamos el fondo de un molde o recipiente apto para horno con un poco de salsa de tomate, ojo no mucho. Colocamos una capa de rodajas de berenjena, de manera que cubra la superficie del recipiente. Después añadimos queso parmesano, mozarella, un poco de albahaca y otro poco de tomate. Volvemos a poner otra capa de berenjena y repetimos el proceso hasta tener tres o cuatro capas, pero siempre más de dos.

Finalmente cubrimos con salsa de tomate e introducimos en el horno previamente precalentado a unos 200º C durante unos 30 minutos. En el caso de que hagáis esta receta para más comensales aumentar el tiempo de horneado a 40 minutos.

4º Emplatamos

Sacamos la berenjena del horno y dejamos que se temple unos 5 o 10 minutos. Es preferible no comerla muy caliente para poder apreciar mejor los sabores.

Desmoldamos o damos la vuelta a la fuente y servimos.

Que aproveche

Consejo

A la hora de rebozar la berenjena podéis emplear un pequeño y útil truco. En una bolsa limpia introducimos la harina, con poca cantidad es suficiente – nosotros en esta ocasión sólo utilizamos una cucharada de harina-. Después metemos lo que queramos enharinar, cerramos la bolsa y agitamos bien. Listo. De esta manera a parte de evitar desperdiciar harina evitamos manchar más cacharros en la cocina.